Los aceites vegetales son extractos de plantas preciosas usadas desde hace miles de años para la salud y la belleza. En la actualidad existe un interés cada vez mayor por las alternativas naturales para cuidar la salud y realzar la belleza de forma responsable y duradera. Existen multitud de aceites vegetales con efectos terapéuticos y cosméticos, por ello es necesario saber reconocer su calidad y hacer un buen uso de ello.

Los apelativos virgen, refinado, crudo, natural, virgen extra, 1ª presión, etc… ¿Qué significan? ¿Cuál de ellas garantiza un aceite vegetal de calidad?

La presión en caliente.

Desde un punto de vista exclusivamente mercantil y de rendimiento, los aceites vegetales pueden obtenerse por prensado mecánico a temperaturas de 80º a 120ºC. De este modo, las materias vegetales de base sufren una serie de tratamientos químicos muy invasivos (refinado, desengomado, desodorización, decoloración…) que privan a los productos finales de una parte importante de sus vitaminas, ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Los extractos obtenidos son muy estandarizados y poseen una buena conservación, pero han perdido todas sus cualidades nutricionales y sus propiedades cosméticas.

La presión en frío.

Es un modo de extracción exclusivamente mecánico (lavado, prensado, decantación, centrifugación y filtrado) que se efectúa a baja temperatura, preservando todo el contenido de ácidos grasos esenciales, vitamina E y antioxidantes naturales, no necesitando, de este modo, ningún aditivo.

La primera extracción denominada «1ª presión» proporciona un auténtico «zumo» oleaginoso puro.

Estos aceites se obtienen mediante la presión mecánica ya sea de las semillas, frutos o granos correspondientes, los cuales se decantan y filtran. Cuando el aceite se refina demasiado, es decir, se procesa, provoca que el aceite se convierta en una sustancia grasa purificada, la cual puede conservarse y verse agradable pero no contiene sabor, nutrientes ni valores terapéuticos o curativos.

aceite esencial 4Se habla de las grandes ventajas de los aceites de primera presión en frío pero no siempre se sabe por qué son tan benéficos para la salud en general. Sin embargo, la ventaja entre los aceites refinados y los obtenidos en primera presión valen la pena como para que la próxima vez que elijamos un aceite nos fijemos que en su etiqueta diga «1ª presión en frío». El precio de estos aceites es mayor que el aceite refinado con calor, sin embargo, pagar la diferencia de costo vale la pena ya que representan un enorme beneficio a la salud.

El calificativo «virgen» no puede ser atribuido a un aceite vegetal excepto si éste cumple varios criterios fijados por la normativa:

  • primera presión en frio
  • clarificación por medios físicos o mecánicos
  • ningún tratamiento de refinado físico o químico

El aceite «virgen» puede presentar una tasa de acidez que puede llegar al 3%, a diferencia del aceite «virgen extra» que contiene menos del 1% de acidez. El calificativo «virgen extra» es una denominación que concierne únicamente al aceite de oliva.

Si adquieres un aceite de primera presión en frío, busca un lugar donde este resguardado de la luz solar, debe ser un lugar fresco y seco. La luz solar puede acelerar su caducidad (arranciar) y además pueden provocar que su composición nutricional se descomponga.

Los aceites vegetales que forman parte de nuestras formulaciones, como los que envasamos, son de la más alta calidad por el origen de su zona donde ofrecen mayor riqueza en propiedades, tanto de cultivo silvestre como ecológico y siempre son de 1ª presión en frío.

Fuente: Aceites vegetales y sus beneficios para la salud y la belleza. D. Baudoux, J. Kaibeck y A-F- Malotaux