La importancia de la calidad del agua, es fundamental en la formulación de cualquier cosmético, pero ninguna certificación «ecológica» lo tiene en cuenta.

El agua es un elemento de la naturaleza, integrante de los ecosistemas naturales, fundamental para el sostenimiento y la reproducción de la vida en el planeta ya que constituye un factor indispensable para el desarrollo de los procesos biológicos que la hacen posible.

El agua es el componente más abundante en los medios orgánicos, los seres vivos contienen por término medio un 70% de agua. No todos tienen la misma cantidad, los vegetales tienen más agua que los animales.

El agua es el fundamento de la vida: un recurso crucial para la humanidad y para el resto de los seres vivos. Todos la necesitamos, y no solo para beber. Asimismo, el agua contribuye a la estabilidad del funcionamiento del entorno y de los seres y organismos que en él habitan, es por tanto, un elemento indispensable para la subsistencia de la vida animal y vegetal del planeta. Es decir, que «el agua es un bien de primera necesidad para los seres vivos y un elemento natural imprescindible en la configuración de los sistemas medioambientales». En este aspecto, este líquido vital constituye más del 80% del cuerpo de la mayoría de los organismos e interviene en la mayor parte de los procesos metabólicos que se realizan en los seres vivos; además interviene de manera fundamental en el proceso de fotosíntesis de las plantas y es el hábitat de una gran variedad de seres vivos.

Hoy nos centraremos en la importancia que el agua tiene especialmente en nuestra piel. Nuestro cuerpo es básicamente agua y la piel, que es nuestro mayor órgano, posee el 75% del agua de nuestro organismo que está repartida en sus 3 capas: epidermis, dermis e hipodermis. Pero no debemos confiarnos con este alto porcentaje porque nuestra piel puede deshidratarse fácilmente y sufrir efectos como: la pérdida de elasticidad, arrugas, aspecto mate y tirantez. Y en concreto el porcentaje de agua en la piel es sobre un 71%. Por ello creemos sobran motivos para tener en cuenta su importancia y su calidad también en los cosméticos que nos aplicamos en la piel.

En nuestro caso como es de esperar, pues va implícito en el nombre de nuestra marca manantial que representa el nacimiento, la fuente agua viva, pura y natural; es obvio que el agua tenga una importancia vital y necesaria, como lo tiene en la vida misma y el ecosistema y dado además, que es el ingrediente más utilizado y de mayor porcentaje en la mayoría de productos cosméticos, pues le dediquemos una atención necesaria e importante, por ello inauguramos esta sección en nuestro blog donde daremos, una amplia y detallada información en capítulos para amenizar su lectura y comprensión.

Cuando miramos la composición, por ejemplo de la crema que tenemos entre las manos para comprar, prácticamente todos nos vamos a buscar si hay parabenos, ftalatos, ahora le toca a las sales de aluminio y un largo etc. Otros ni siquiera miran, sólo con fijarse que incluye un sello ecológico les es suficiente garantía, y sin cuestionarse cuales son sus normas, depositan sin más su confianza como el que va a votar sin conocer ni siquiera el programa electoral del partido al que va a dar su voto.

Por nuestra parte, que no deseamos que nos den una confianza sin conocimiento ni conciencia y que optamos por compartir conocimientos, para dotar a nuestros usuarios en consumidores más formados, conscientes y responsables con lo que adquieren, les dará mas libertad y herramientas para saber elegir y seleccionar calidad real ecológica, de la mera seducción de productos o marcas pseudo ecológicas o por muchos sellos que le quieran poner.

Y es que en el agua, esa gran olvidada!, y tan necesaria para la vida y la salud vamos a conocer grandes revelaciones, carencias y sorpresas dentro del mundo del cuidado de la piel, la salud y los cosméticos.

El orden en que aparecen los productos en el INCI (lista de ingredientes) tiene una importancia, aunque NO vital como lamentablemente se comenta en el sector de cosméticos ecológicos (aunque este es otro tema) pero si importante, que nos puede ayudar a darnos pistas en algunas áreas del producto, ya que según la legislación vigente debe ordenarse de mayor a menor cantidad de ingredientes. Y si se observa esta área, en la gran mayoría de productos el agua está entre los primeros o el primer lugar. Aquí cabe una reflexión, ¿por qué si el agua es el ingrediente de mayor cantidad no se le presta la importancia del puesto que tiene? ¿Por qué la mayoría de los sellos de certificación en cosmética ecológica no consideran el agua como ingrediente “natural ecológico” sino mineral? Quizás…, para no meterse en camisa de once varas y facilitar la certificación ante un ingrediente tan difícil de manejar y evadir polémicas y conflictos, se haya optado por “lavarse las manos como Pilatos” (nunca mejor dicho). Y también ser más permisivos, ya que al no considerarla eco certificable cabe agua de todo tipo, del grifo, por ósmosis de manantial, destilada etc. Pero ¿son todas lo mismo? Ya veremos que no… sus grandes diferencias y sus aportes, beneficios y repercusiones para la salud. Y ¿Cómo pueden darle un sello de cosmética ecológica a un producto que más de la mitad de sus ingredientes no lo consideran ecológico y que es agua de grifo potable o destilada etc?

Transcribimos texto original como ejemplo de Ecocert, una de las certificadoras privadas mas conocidas:

«¿Cómo se calcula el porcentaje de ingredientes ecológicos en los cosméticos?

A primera vista, los porcentajes mínimos de ingredientes ecológicos comprendidos entre el 5% y el 10% pueden parecer muy bajos. No obstante, hay que recordar que el agua es el principal ingrediente en la mayor parte de los cosméticos (una media del 50 al 60%) y que ésta no es susceptible de ser certificada. Además, estos porcentajes comprendidos entre el 5% y el 10% son, en realidad, bastante elevados en tanto en cuanto el pliego de condiciones de Ecocert es el único que tiene en cuenta TODOS los ingredientes de la fórmula en su cálculo, incluida el agua.

Este porcentaje mínimo se acompaña además de unas condiciones relativas a cada categoría de ingredientes certificables, puesto que un 95% de los ingredientes debe ser natural o de origen natural.»

Casi todos los demás organismos o asociaciones calculan el porcentaje de ingredientes ecológicos excluyendo el agua y las sales, lo que eleva artificialmente el porcentaje final de ingredientes ecológicos que se muestran en la etiqueta destinada a informar al consumidor.

Bien, sigamos con lo que queremos contar…

El principal componente de los cosméticos naturales, convencionales y ecológicos es el agua, y la cantidad del total en un producto suele ser más elevada que el dato de media de Ecocert, pues si la media la evaluamos con geles de ducha, champús, tónicos etc. subimos del 50 al 90% del total de mililitros, o sea que en un producto tipo crema facial de 50 gr que en el mejor de los casos tenga el 50% de agua como indica Ecocert ¿cómo puede poner en la etiqueta que tiene un 95% de ingredientes ecológicos si el agua no cuenta y de la crema sólo se contabilizan 25 gr ya que los otros 25 gr son agua no ecocertificable? Lo que no cabe la menor duda es que el error habitual es pensar que se refiere al total del producto y eso no es así, pues no cuadraría, sólo se refiere al total de los ingredientes vegetales.

En definitiva, sea cual sea el porcentaje de agua y de ingredientes ecológicos certificados, ninguna sello privado valora la importancia del agua, de la misma manera que no valoran la calidad de activos en la planta, ni la eficacia en la piel en ningún aspecto en absoluto.

Ahora caben preguntas importantes: ¿unos gramos de aceite de rosa mosqueta o de árbol de té diluido en 25 gr de agua de grifo ”purificada”, destilada u otras sigue teniendo el mismo potencial?

La cuestión es que si nos ponemos a examinar el INCI, podremos ver como la mayoría de las veces el primer ingrediente que aparece es el Agua (Water o Aqua). Esto quiere decir que el principal componente de la formulación que tenemos entre las manos es el agua y sin embargo muchas veces no nos paramos a pensar si la calidad de dicha agua es la más apropiada para la cosmética y para la salud de nuestra piel, sus interacciones con el resto de la fórmula y efectos secundarios y pensamos que es algo inocuo, tipo excipiente; pero como se ha demostrado en farmacia y medicina en muchos de ellos existen reacciones indeseadas, insaludables etc.

La importancia de la calidad del agua, es fundamental y algo que desde manantial natura reivindicamos constantemente.

Lamentablemente existen muchas empresas que utilizan el agua que obtienen directamente de la red pública que aunque potable, no es la mejor para su utilización en cosmética, debido principalmente a su alto contenido en cloro. Otras son aguas tratadas, procesadas y desnaturalizadas y lo que no se entiende es que obtengan los sellos de cosmético ecológico, es por esto y muchísimo mas, en cosas tan importantes y de repercusión en la calidad, seguridad y eficacia de los productos por lo que abandonamos lo sellos privados conocidos y somos fundadores del sello BioAval que si considera toda estas cuestiones y muchas mas.

El cloro se usa abundantemente en las aguas públicas para protegerlas de la contaminación microbiológica y mantenerla como potable. Pero además del cloro, el agua potable presenta cationes, aniones y contaminantes microbiológicos que podrían presentar efectos adversos en el proceso de producción del cosmético.

Por todo ello, el agua destinada a ser empleada en la fabricación de cosmética debe presentar un tratamiento especializado que permita disminuir las concentraciones de estos cationes, aniones y demás elementos presentes para conseguir una formulación con los mayores niveles de calidad.

Pero, ¿cómo podemos saber que el agua ha sido tratada adecuadamente?

Cuestiones para reflexionar:

  1. ¿Es el agua un mero diluyente que no hay que tener en cuenta en un cosmético?
  2. ¿Es el agua tratada, “purificada”, «destilada” suficiente?
  3. ¿Son todas las aguas iguales o existen diferencias entre ellas?
  4. ¿Son todas las aguas asimilables y compatibles con la piel?
  5. ¿Qué es y qué entendemos por agua pura?
  6. ¿Reaccionan las diferentes aguas de la misma manera en la piel y dentro de un cosmético, o no?

EL AGUA: NUESTRA DIFERENCIA, NUESTRA APORTACION.

Para manantial el agua tiene como cada ingrediente, una importancia total en la fórmula. Y no es utilizada como un diluyente o emulsionante sin mas.

Desde nuestra metodología, la BIODERMOTERAPIA, la parte acuosa de nuestros productos esta basada en una metodología rigurosa que selecciona para ello las aguas más puras de los entornos más puros del mundo, el mar, manantiales, termas, glaciares polares, agua del ártico, de flores, de frutas etc. Y la incluimos, mezclamos y formulamos de una forma que es biocompatible y asimilable por nuestro cuerpo. A este sistema único creado por manantial lo denominamos AcuaDermal, pues trabaja para ofrecer la mejor calidad y actividad funcional del agua que va en los cosméticos. En total sinergia con todos los ingredientes y aportando como activo unas funciones y beneficios totales para nuestra piel.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]